Sylvia Ramírez Rello

SYLVIA RAMÍREZ RELLO hace escapar a la piedra de su muerte ancestral al darle vida en la forma. La escultora roba a la informidad pétrea esa forma que ella contenía sin saberlo, y al robarla, crea la savia que habrá de recorrer los poros duros de la masa hasta ese momento inerte; desde ese instante: animada.

Esta forma no es necesariamente la forma humana – o de otro ser -, toda forma que la escultora absorba de la piedra y en la que logre fundir los dos elementos primos: materia – de la piedra – y espíritu – del escultor-, por abstracta o concreta que ésta sea, implica una creación.

La piedra así, bajo la alquimia del escultor, transforma su materia, su sólida presencia, su masa inerte, en vida. Y en vida eterna – mientras subsista nuestra civilización, que es la eternidad que no es dable concebir-. Ni Paracelso pudo imaginar una mejor manera de lograr la transformación de la materia, el descubrimiento del elixir de la juventud. Sylvia Ramírez Rello, como escultora alquímica, al seducir a la piedra, la conquista, y al conquistarla la transmuta, y le concede la eterna juventud.

La belleza de la Venus del Milo ha sobrevivido a la propia Diosa a quien representa. El bloque de mármol es piedra. La forma que el escultor le da: espíritu. La forma, creada con la intención de buscar la belleza, trasciende lo bello y se convierte en luz que habrá de iluminar a la piedra desde adentro.

El mármol se transmuta así en vida; el escultor en creador y la escultura: en piedra filosofal.

Marcela del Río Reyes.
Dra. en Filosofía y Letras.

Volver a lo natural, a lo real, a lo que ven las mujeres y los hombres simples, sin la fantasía de los seguidores de los "ismos", es lo que este mes nos muestra SYLVIA RAMÍREZ RELLO. Nuestra artista nos quiere dar una imagen fiel de la sociedad de nuestros tiempos; como siente el hombre y la mujer sencilla, la técnica, el trabajo, el amor, el terror a la violencia, tanto física como intelectual.

Ella sigue el mismo camino que ya cimentaron grandes maestros (Miguel Ángel, Rodin) de la escultura de todos los tiempos.

En cada obra suya, va eso que sólo las mujeres les pueden dar a su creatividad: fuerza-dureza-dulzura juntos, como un abrazo, como un beso. Ella nos dice: “ … creo que los artistas debemos de trabajar para las grandes masas, no para las élites ultraintelectualizadas….”

Aquí están sus obras, mostrando las cosas cotidianas que todos los mortales podemos ver y que de alguna manera nos llega a  nosotros, y algo nos da a nuestros casi insensibles sentimientos humanos, destruidos por la sociedad de consumo, los cuales son incentivados por sus obras, a meditar y pensar en otra cosa que no sea la máquina fría.

W. Vogel.
Lateinamerika-Galerie, Abril 1978.
Berlín.

Ocupando espacios bien delineados, la escultura de Sylvia Ramírez Rello subyuga al mirarla.

No hay gesticulación,  el movimiento de los volúmenes anima las formas bien equilibradas que se vislumbran en composiciones muy elaboradas.

La reflexión y la sensibilidad forman la armonía que se desprende de estas esculturas que poseen al mismo tiempo, vida y contenido.

Michel Smolders.
Connotado Escultor Belga.